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viernes, 28 de julio de 2023

SAN JAVIER VIVE SU MEJOR NOCHE DE JAZZ CON DOS SOBERBIOS CONCIERTOS

 La primera parte, el trío del pianista danés Niels Lan Doky hizo una demostración de la maestría que le acompaña desde hace años. Después, la cantante norteamericana Samara Joy asombró a un auditorio que quedó rendido ante su joven magisterio.

                                      Andrés Garrido / Goio Villanueva

Muchos de los asistentes a la antepenúltima jornada del XXV Jazz San Javier, no habíamos podido escuchar en directo a ese nuevo valor del jazz vocal, aunque sí en disco o vídeo. Pero no es igual. Cuando escuchas a un músico en directo es cuando descubres su auténtica valía. Y eso es lo que sucedió en la noche de este viernes, 21 de julio, en el auditorio Parque Almansa de esta población junto al Mar Menor. Samara Joy ha ido más allá de lo que hizo César: Llegó, vio, venció y persuadió a ese auditorio. Hay quien ha escrito que Ella Fitzgerald vive en su cuerpo y, tal vez, no le falte razón porque su timbre vocal, su técnica de modulación o su dominio en las piezas lentas, medias o rápidas es absoluto. Sin duda ha sido la revelación de la presente edición. Antes que ella apareciera en el escenario, le precedió el pianista danés Niels Lan Doky y su trío. Ha regresado para dejarnos otro de sus conciertos románticos, en una demostración más de un magisterio que va creciendo con los años. Lan Doky -lo indiqué en una ocasión- es uno de los pianistas europeos más importantes de los últimos, ahora ya, 50 años. Añadiré que después de lo presenciado en esta visita, Niels Lan Doky es un músico con todas las letras, delicado y de gran talento creativo muy difícil de superar en su circunscripción. Una muestra de esta afirmación fue su concierto en el XXV Jazz San Javier, con un trío que acompañó sin molestar al pianista. Los detalles.

                      El trío danés ofrecieron un concierto excepcional

Habrán leído que durante todas las ediciones del Festival de Jazz de San Javier, se trata de lograr jornadas que contengan contrastes en los conciertos, pero sin alejarnos de la base y dando cabida a sus movimientos colaterales. Pero igualmente, me habrán leído que dentro de esas jornadas San Javier programa las que son puramente jazz. Pues eso es lo que ha sucedido en la del viernes 21. Una primera parte, a cargo del pianista Niels Lan Doky y su trío, conformado por los hermanos Dall; Tobías, en el contrabajo y Nikolaj en la batería. Su acompañamiento estaba ahí, pero sobre todo el de batería, no molestaba e, incluso, había momentos en los que apenas se notaba su presencia. El gran Tete Montoliu siempre lo dijo: “Un baterista tiene que acompañar, no molestar”. Nikolaj añade un plus a ese no molestar: Se descalza para tocar el bombo y el charles o hi-hat. El concierto se inició con una interpretación de Niels Lan al piano, en su creación “Where The Ocean Meeb The Story” al que siguió de inmediato “Sent From Heaven”, otra de sus creaciones (todas las de la noche lo fueron) repletas de un lirismo y libertad que te hacen el momento muy placentero e inolvidable. Sus compañeros de trío, los hermanos Dall, son el complemento perfecto para este creador e intérprete.

                                               El baterista Nikolaj Dall

Los aficionados mostraron su entusiasmo al finalizar estas dos piezas. Pude ver entre todos ellos a varios músicos regionales y se les veía con cara de asombro y felicidad al tiempo. Pero Niels Lan Doky no les daba tregua; apenas unos pocos aplausos y de nuevo la música. En esta ocasión “Just Do It”, también de su edición japonesa de este 2023 del álbum “Yesterday’s Future” como los dos anteriores. Una composición cuya línea sonora te sugiere un viaje, tal vez, a tierras lejanas como Japón. Como sucediera en “Sent From Heaven”, Doky dejó espacio a los hermanos Dall; primero a Tobías que expreso un discurso fluido desde su contrabajo y acompañándolo Nikolaj con sutiles toques en la batería. Pero todo, en una expresión armónica y sin estridencias.

                         La elegancia del contrabajista Tobías Dall

Nueva pausa para recordar a los compañeros de escenario y recordar las piezas que se habían escuchado y anunciar la siguiente -que tuvo una introducción de piano- “Farewell Song”, igualmente perteneciente al disco que les referí anteriormente. Y apenas unos aplausos a su término, para continuar con “That’s It”, este ya un tema publicado en 2017 en su disco “Improvisation Of Life”, en el que hay una parte de bop nítida, pero sin perder su identidad. Casi todos los músicos tienen un referente o varios; sin duda, el de Niels Lan Doky, al menos uno, ha sido el recordado Bill Evans, un pianista que destacó por su forma de componer y estar con su trío en los escenarios.
Este disfrute para el cuerpo, para la mente (especialmente, ya digo, la de los varios músicos que asistían a esta clase magistral del pianista danés), nos adentró en un círculo magnético y delicado del que no deseábamos marcharnos. Lan Doky ejecuta de una manera sencilla y sin malabarismos ni estridencias, que parece muy fácil lo que nos deja ver y escuchar. Pero no es así; en sus diferentes evoluciones que hemos podido seguir por las visitas que ha realizado a Jazz San Javier, se comprueba una evolución al alza que culmina con una maestría absoluta. Hecha la pausa correspondiente, se dirigió de nuevo a los presentes para indicar el tema que había sonado y presentar un primer tema, “Hope”, además de una de las piezas que se ha repetido en varios de sus discos: “Misty Dawn”. Luego, sin pausa, un medley conformado por “December”, esta última, otro solo de piano delicioso, “High Up North” y finalizar con “World Peace”. De nuevo, espacio para Tobías Dall en su contrabajo mientras Nikolaj acariciaba con las escobillas  su batería. Ambas sonaron continuas salvo un breve aplauso entre ambas con el que el auditorio iba premiando cada una de las creaciones que escuchaban.

                     Niels Lan Doky en un momento de su concierto

Un auditorio entusiasmado con Niels Lan Doky aplaudía respetuosamente al trío danés que tuvieron el recuerdo de las piezas que habían escuchado. A renglón seguido, el pianista les presentó una composición rítmica y optimista, inmersa en un jazz fluido y si se quiere más ortodoxo con el que nos llega desde Estados Unidos bajo el título de “Free At Last”. Con ese título, “Libre al fin”, el pianista se expresó tal cual reza esta escueta declaración de intenciones. El final llegó, con otra de sus creaciones titulada “Rough Edges”, sin anunciar, con la que el trío se despedía de un auditorio puesto en pie y aplaudiendo insistentemente esta primera clase de jazz que los presentes asimilábamos, en la noche del pasado viernes 21 de julio. Tanto se insistió por parte del público, que el trío regreso al escenario para regalarnos una pieza más: “The Miracle Of You”. Con ella, su puso el colofón a esta nueva participación del trío del pianista danés Niels Lan Doky y los hermanos Tobía Nilolaj Dall. Lo menos que podemos indicarles es nuestra gran admiración y respeto por este músico y compañeros de escenario, que han vuelto a impartir un máster de cómo interpretar y estar en un escenario. Les recomiendo, si no lo han hecho ya, que escuchen su discografía. Es alimento para nuestros espíritus.

                                El trío danés despidiéndose

La segunda parte se presentaba con una enorme expectación, ya que la mayoría de los allí asistentes habíamos escuchado grabaciones de su protagonista y presenciado los vídeos que encontramos en internet. Pero no habíamos tenido la oportunidad de verla en directo que es donde un músico se desnuda y ofrece su auténtica dimensión. Una breve introducción del trío que la acompañaba sirvió para que Samara Joy apareciera con las primeras notas de “If You Never Fall in Love with Me” y dejara asombrados a los presentes. Al terminar, aplausos unánimes y caras de sorpresa de la mayoría de los presentes, ante lo que acababan de ver y escuchar; una voz de apenas 23 años, con un dominio impecable de las escalas vocales, del desarrollo de una canción en los terrenos del jazz y con un trío igualmente joven de músicos, que nada más dar las gracias e iniciar el siguiente tema fue presentando uno a uno. Mientras sonaba la introducción de “No More Blues”, Samara presentaba a Luther Allison, al piano; Michael Migliore, en el contrabajo; y el baterista Evan Sherman. Con estos compañeros (me parecían colegas de la escuela en la que todos se han graduado), Samara presentó un clásico del bossa nova y del nunca olvidado Antonio Carlos Jobim, con letra de Vinicius de Moraes: “Chega de Saudade”. Una versión más jazzística, sin perder la esencia del bossa.

                    La joven y futura diva del jazz Samara Joy

El público casi no se movía, para no perder detalle alguno sobre las enormes capacidades de este nuevo valor del jazz vocal que es Samara Joy. Bueno, de ella ni de sus compañeros de escenario. El pianista Luther Allison daba la sensación, a pesar de su visible juventud, que llevaba toda la vida por los escenarios tocando con diferentes músicos. No digamos sus compañeros, el contrabajista Michael Migliore y Evan Sherman, con la batería. Cuando puedan ver la emisión de este concierto en TV recuerden mis apuntes y ya me dirán. Otra característica de Samara Joy es su enorme simpatía y su sencillez como persona. Presentaba las canciones a la manera de la vieja escuela de grandes divas, con los primeros acordes o notas de cada una. Ahora tocaba el turno para “Now and Then”, una balada preciosa en la que amplió sus muestras de dominio de técnicas y con una voz que, en este caso, acariciaba nuestros oídos y almas.

                               El contrabajista Michel Migliore

Por las reacciones del público -y la nuestras personales-, Samanta Joy nos había conquistado y engrosábamos, creo, su lista de incondicionales. Estábamos asistiendo al nacimiento de la próxima diva del jazz o a mí me lo parecía. Para ir consolidando esas percepciones, para ganarse el afecto y la repetición de volver a Jazz San Javier en el futuro, Samara interpretó una creación incluida en su disco de 2022 “Linger Awhile”, grabado y publicado por Verve Records; nada más y nada menos. Bueno, pues a seguir disfrutando con “Nostalgia”, de otro viejo músico de jazz: Fats Navarro. Y continuó con una pieza bop titulada “Tight”, que enervó a todo bicho viviente. Luego reiteró su simpatía y gracia natural, mientras la caja de la batería insistía en el comienzo de “Beware My Heart”. Y remata esta serie, con otro estándar del género surgido de una de las mentes más inquietantes que ha tenido: El contrabajista Charlie Mingus. Una partitura que ha sido versionada por más grandes del jazz, al que Samara infringe su estilo sin olvidarse del sonido que la vio crecer en el Bronx: “Reincarnation of a Lovebird”. ¡Qué dominio de los registros altos, sin desafinar ni estridencias! Demasiado calor humano, señor. Definitivamente, nos ha conquistado.

                              El joven pianista Luther Allison

En 2022 la ficha el respetadísimo sello Verve (cuántos nombres históricos han grabado para él), con el que publica “Linger Awhile”; otro estándar del Libro Americano de Canciones que fue creado por Harry Owens y Vincent Rose, un bop irrefrenable, con una interpretación sin ánimo de crear una versión novedosa y respetando las maneras de cómo cantaban antes voces como Billy Holiday, Sarah Vaughan o Carmen McRae. Y apareció un tema de Thelonious Monk titulado “Worry Later”, con dos minutos de introducción a capella antes de atacar rítmicamente la pieza. Y enlazándola con “Guess Who I Saw today”, una balada romántica y que hizo las delicias de muchos, para enlazar con un tema de Stevie Wonder titulado “Lately”, del que tan sólo interpretó las dos últimas estrofas para este medley. Como si de una revolución (y lo era, vaya si lo era) fuera, todo el auditorio saltó de sus butacas y puesto en pie ovacionaban sin cesar a Samara Joy; ovación de dos minutos, en los que la joven cantante no cesaba de dar las gracias una y otra vez. Fue grandioso. Y aún tuvo un poquito más, con una pieza de 1946 que por entonces llevó al éxito Louis Jordan titulada “Buzz me”.

                        Evan Sherman acompañando desde su batería

El público no cesaba de aplaudir y Samara y sus compañeros habían abandonado el escenario. De pronto, se asomó tímidamente por una esquina como indicando “¿todavía queréis más?”. Y salieron los cuatro. Tras reiterar las gracias y preguntar de nuevo, decididamente y con una sonrisa enorme atacaron “Stardust” con la que, ahora sí, finalizaba su paso por Jazz San Javier.

                     Samara Joy y su trío persuadieron al auditorio

En resumen, una noche de jazz memorable; la mejor de la presente edición en toda la extensión del término. Un primer magisterio que sigue creciendo, con el pianista danés Niels Lan Doky y su trío que dejaron nítido cómo se puede interpretar jazz de manera elegante, romántica y con la fuerza que ciertos momentos precisan para ensalzarlo. Después, Jazz San Javier descubrió a una futura Diva del género, que como ella misma indica “a pesar de haberme graduado, esto acaba de comenzar y quiero seguir aprendiendo y creciendo”. Una voz, la de Samara Joy, que canta como las mejores predecesoras que ha tenido esta música, adoptando sus maneras de interpretar y estar sobre un escenario, enseñando a todos que ese estilo no pasa nunca de moda. Se puede abordar de diferentes maneras, pero lo esencial permanece y Samara Joy lo demuestra con una maestría asombrosa, a pesar de su juventud. Tenemos cantante y estrella para muchos años. Y esto, se acaba un año más. Les contaremos el cierre que el XXV Jazz San Javier ha preparado. No pierdan el hilo.


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